5. Conservar el capital. Huir del apalancamiento y de las opciones
El primer objetivo de todo inversor no es ganar dinero rápidamente, sino no perder el capital inicial. Conservar el dinero es la base sobre la cual se construyen los beneficios futuros. Muchos principiantes caen en la trampa de querer multiplicar su inversión en poco tiempo utilizando herramientas como el apalancamiento o las opciones financieras, sin comprender los riesgos que implican.
El apalancamiento consiste en operar con más dinero del que realmente posees, gracias al crédito que te otorga el broker. Por ejemplo, si tienes 1.000 € y operas con un apalancamiento de 1:10, estarías moviendo 10.000 € en el mercado. Aunque esto multiplica las posibles ganancias, también multiplica las pérdidas: una caída del 10% significaría perder todo tu capital. Por esta razón, los inversores profesionales recomiendan evitar el apalancamiento, especialmente en las primeras etapas.
Las opciones financieras son contratos que permiten apostar a la subida o bajada de un activo en un tiempo determinado. Aunque ofrecen un alto potencial de beneficio, también implican una elevada probabilidad de perder la inversión completa. Su complejidad, junto con la presión del factor tiempo, las convierte en un instrumento inadecuado para quienes buscan invertir con seguridad.
La forma más sensata de invertir es hacerlo sin prisas, sin deudas y con dinero que tengas y que puedas controlar en todo momento. La clave está en distribuir el capital en diferentes activos, mantener posiciones claras y evitar productos excesivamente arriesgados.
Proteger el capital significa renunciar a la tentación de ganancias rápidas a cambio de asegurar la continuidad en los mercados. Si se pierde el capital inicial, no habrá segundas oportunidades. Pero si se conserva, siempre habrá ocasión de aprovechar nuevas oportunidades de inversión con serenidad y disciplina.

